Si eres de los que detesta lavar los platos, déjanos decirte que estos errores solo hacen más difícil la tarea, así que tómate unos minutos para leer esta nota que te ayudará a evitarlos.
Usas el jabón equivocado
Porque sí, es fácil dejarse llevar por la publicidad y elegir productos que realmente no necesitas.
Actualmente en el mercado existen opciones más ecológicas y sustentables que además de cuidar el planeta, cuidan tu salud. Checa aquí las opciones que tenemos para ti.
Usas demasiado jabón
Porque «si no hace espuma no limpia» En realidad la espuma no es un indicador de limpieza y al usar mucho producto haces que el enjuague sea más difícil y gastas más agua.
Entre menos producto utilices más ahorras y además evitas que tus platos se queden con una capa de residuos nocivos que acabarán en tu comida.
Esto se debe a que generalmente están formulados con compuestos refinados de petróleo, entonces, al utilizar estos productos liberamos partículas muy finas que quedan suspendidas en el aire, dañando su calidad y posteriormente afectando la atmósfera.
Desperdicias agua
Ya lo dijimos en el punto anterior, pero lo repetimos, más jabón equivale a más desperdicio de agua.
Esperar al otro día para lavar los platos también requiere de un gasto extra de agua ya que necesitas ponerlos en remojo.
Un buen tip para evitarlo es lavar una buena cantidad y después enjuagar sobre aquellos que tengan jabón o necesitan remojo.
No quitas los restos de comida
Y esto además de hacer más complicada la tarea, afecta tu desagüe provocando que se tape o que tenga mal olor.
Lo mejor es quitar los restos de comida antes de poner los platos en el fregadero. Y recuerda que aquellos recipientes con aceite siempre deben limpiarse antes para evitar contaminar el agua.
No limpiar el fregadero
Y eso hace que la limpieza de tus platos no sea tan efectiva como piensas.
Sabías que el fregadero puede contener más gérmenes que el baño.
Por eso, lávalo siempre después de usarlo, también puedes desinfectar con un poco de vinagre o bicarbonato.
No lavas tu esponja
Al igual que en el fregadero, miles de bacterias pueden alojarse en ella independientemente si es de plástico o luffa.
Asegúrate de lavarlas después de cada uso, elimina los restos de comida y jabón que hayan quedado en ellas y déjalas secar adecuadamente.
Ahora que ya lo sabes, evita estos errores y facilita tu rutina de limpieza en la cocina.